Imagina un lugar donde la fuerza de las historias personales se entrelaza con el poder de la unión. Del 1 al 3 de julio, en el pintoresco entorno del Hostal Carrícola, tuvo lugar un evento transformador: el proyecto "Silencio" financiado por el programa Erasmus+. Este proyecto se centró en un tema de vital importancia: la salud mental después de la violencia de género. Durante tres días intensos, las participantes se embarcaron en un viaje de autodescubrimiento, empoderamiento y sanación.
**Día 1: Un Comienzo Empoderador**
El primer día marcó el comienzo de una experiencia única en la vida. Desde las 10 de la mañana, las dinamizadoras del proyecto, la Unidad de Igualdad y Raquel Revert, presentaron el programa y se presentaron a sí mismas. Se inició con una actividad de presentación grupal, donde las participantes compartieron sus mundos personales y sus expectativas para el proyecto. Este primer paso, esencial para establecer conexiones auténticas, allanó el camino para el viaje que les esperaba.
El grupo se unió para establecer acuerdos importantes que guiarían sus interacciones. Temas como la aceptación del cuerpo, la lucha contra los estereotipos de género y la importancia de romper con los roles impuestos se discutieron abierta y sinceramente. A través de la escritura creativa y la conexión con su "niña interior", las participantes exploraron sus sueños y deseos más profundos, descubriendo el poder de sanar y liberar sus emociones.
**Día 2: Explorando la Fuerza Interior**
El segundo día fue una inmersión profunda en la relación con el propio cuerpo y la percepción de la identidad. Las participantes participaron en actividades de movimiento y expresión corporal, explorando cómo se sienten en su piel y cómo se relacionan con los demás. A través de dinámicas interactivas, se trataron temas como la sexualización del cuerpo, los límites personales y la importancia del consentimiento.
Un momento emocionante fue la creación de cuentos personales, donde cada participante compartió su mensaje de empoderamiento a través del movimiento y el lenguaje corporal. Esta experiencia se centró en fomentar la confianza en sí mismas y en los demás, desafiando los estigmas y los roles de género arraigados.
**Día 3: Reflejando la Transformación**
En el último día, las participantes llevaron su autodescubrimiento al siguiente nivel. A través de dinámicas como "La ventana de Johari", exploraron cómo se ven a sí mismas y cómo los demás las perciben. Se trabajó en romper la barrera de mirarse al espejo y enfrentar los mensajes internos negativos. Esta experiencia se convirtió en un ejercicio profundo de autoaceptación y autocompasión.
El primer residencial culminó con un círculo de cierre, donde las participantes compartieron sus experiencias, reflexiones y sentimientos. Las transformaciones personales y la solidaridad del grupo demostraron que, juntas, pueden desafiar estereotipos, sanar heridas y fortalecerse mutuamente.
En Residencial Vall d’Albaida, del 1 al 3 de julio, el proyecto "Silencio" dejó una huella imborrable en las participantes. La unión, el empoderamiento y la reflexión transformaron vidas, demostrando que cada voz importa y que el camino hacia la salud mental después de la violencia de género es un viaje en comunidad.
Es necesario para todas las mujeres